Un recorrido monumental, jacobeo y fronterizo
El mayor tesoro de Sangüesa brilla en esta ruta fronteriza, jacobea y monumental. Se trata de una de las obras maestras del arte románico, dicen, de todos los tiempos y lugares: la iglesia de Santa María la Real, construida entre los siglos XII y XIV. Su portada, monumento nacional, se centra en el juicio final, con todo tipo de monstruos y leyendas. Una creación que da fe de la pujanza económica y social de esta ciudad de unos 5.000 habitantes, mezcla de montaña y ribera. Fue precisamente en el siglo XII cuando se transformó en una relevante villa del Camino de Santiago de Somport.
Un núcleo que atrajo en la Edad Media a toda clase de artistas, peregrinos y comerciantes. Su huella se siente al atravesar el Casco Histórico e ir descubriendo palacios o edificios como el Ayuntamiento. Conforme la meta se acerca, el estómago ruge por una cuchara para degustar un plato típico de la zona, las pochas. ¡Buen provecho!
